Vi con H una película muy buena, si no puedo fomentar en ella el gusto por el Rock, el Electro y mucho menos por el Metal, trataré de hacerlo por el cine aunque igual y yo termino bailando sal... bueno, no creo.
La película lleva por nombre Wackness, dirigida por Jonathan Levine, en ella aparecen Ben Kingsely como el Dr. Squires, Olivia Thirlby como Stephanie Squires y Josh Peck como Luke Shapiro, además de cameos de Method Man y Mary Kate-Olsen en un papel de Junkie onda sixties.
Bueno, la película a mi parecer es la versión ligth de Kids ya que nos sitúa en Nueva York a mediados de los noventa, como el mismo slogan de la película lo dice, cuando el Hip Hop llenaba las calles, en esa jungla entra Shapiro, un joven blanco apasionado por la música que trata de ganarse unos dólares vendiendo hierba, el Dr. Squires es su psicólogo y sus honorarios son a base de hierba, misma que consume de igual forma su hijastra Stephanie.
Luke lucha por encontrarse a si mismo en un mundo de drogas y junkies pero vacío en cuanto a calidad humana, empieza a enamorarse de Stephanie y el Dr. Squires cada vez se hunde más en las drogas.
Es una película de ritmo lento, sin pretensiones y de poco presupuesto pero con una gran profundidad ya que en algún momento sentiremos empatía por todos los personajes, el Dr. Squires siendo de los mejores doctores de la gran manzana, con el paso del tiempo analiza si realmente una esposa modelo, una hijastra problemática y una vida llena de lujos realmente valen la pena, se da cuenta del vacío tan grande que siente y como fumarse un porro sintiendo la arena bajo sus pies es mas gratificante y placentero que cenas en grandes restaurantes y una vida llena de hipocresía.
Por su parte, Luke lucha por no sentirse solo y se enamora de Stephanie quién se da cuenta muy tarde de lo que siente por él y cuando Luke está harto de su vida, se da cuenta de que las cosas pequeñas son las que hacen grande la vida, que una ruptura de corazón o el hecho de que sus padres puedan perder su casa para volverse mas unidos lo harán recapacitar sobre la vida.
La recomiendo ampliamente, ya que el final a pesar de que es un tanto predecible, nos deja con un buen sabor de boca, ideal para verla por la noche, es cero dominguera.
La película lleva por nombre Wackness, dirigida por Jonathan Levine, en ella aparecen Ben Kingsely como el Dr. Squires, Olivia Thirlby como Stephanie Squires y Josh Peck como Luke Shapiro, además de cameos de Method Man y Mary Kate-Olsen en un papel de Junkie onda sixties.
Bueno, la película a mi parecer es la versión ligth de Kids ya que nos sitúa en Nueva York a mediados de los noventa, como el mismo slogan de la película lo dice, cuando el Hip Hop llenaba las calles, en esa jungla entra Shapiro, un joven blanco apasionado por la música que trata de ganarse unos dólares vendiendo hierba, el Dr. Squires es su psicólogo y sus honorarios son a base de hierba, misma que consume de igual forma su hijastra Stephanie.
Luke lucha por encontrarse a si mismo en un mundo de drogas y junkies pero vacío en cuanto a calidad humana, empieza a enamorarse de Stephanie y el Dr. Squires cada vez se hunde más en las drogas.
Es una película de ritmo lento, sin pretensiones y de poco presupuesto pero con una gran profundidad ya que en algún momento sentiremos empatía por todos los personajes, el Dr. Squires siendo de los mejores doctores de la gran manzana, con el paso del tiempo analiza si realmente una esposa modelo, una hijastra problemática y una vida llena de lujos realmente valen la pena, se da cuenta del vacío tan grande que siente y como fumarse un porro sintiendo la arena bajo sus pies es mas gratificante y placentero que cenas en grandes restaurantes y una vida llena de hipocresía.
Por su parte, Luke lucha por no sentirse solo y se enamora de Stephanie quién se da cuenta muy tarde de lo que siente por él y cuando Luke está harto de su vida, se da cuenta de que las cosas pequeñas son las que hacen grande la vida, que una ruptura de corazón o el hecho de que sus padres puedan perder su casa para volverse mas unidos lo harán recapacitar sobre la vida.
La recomiendo ampliamente, ya que el final a pesar de que es un tanto predecible, nos deja con un buen sabor de boca, ideal para verla por la noche, es cero dominguera.
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